A la hora de impulsar proyectos y liderar una empresa, surgen situaciones que hay que atender de forma inmediata y muchas veces se actúa a manera de corrección, es decir, se espera que ocurra una situación determinada para luego actuar, por lo que puede ser difícil alcanzar el éxito y en consecuencia se hace también complicado lograr tener salud financiera en el negocio o emprendimiento.
Mantener las finanzas puede convertirse en un desafío, que pone en juego el bienestar financiero y por ende el éxito empresarial, siendo imprescindible analizar, evaluar y controlar todas las operaciones, y qué mejor forma de hacerlo que mediante la automatización de procesos, ya que esta favorece la gestión eficiente de las finanzas.
En Onexfy celebramos el Día Mundial de la Salud brindando con algunos consejos y hábitos para mejorar la salud financiera, además de destacar la importancia de la misma en una empresa o negocio.
¿Qué es la salud financiera?
En términos simples, la salud financiera se refiere al equilibrio entre los ingresos, los gastos y el ahorro. Tener salud financiera significa cumplir los compromisos con terceros y garantizar el capital de trabajo, administrando el dinero, para obtener ganancia al final de las operaciones.
Para tener un emprendimiento o negocio «saludable» en términos financieros, es esencial tener conocimiento sobre administración y finanzas, para saber qué se tiene, cómo es utilizado, si hay capacidad para el ahorro, y si se puede tener solvencia y evitar choques financieros.
Por ello es necesario, analizar la situación real del negocio, tener buenas prácticas de contabilización que generen bienestar y finanzas saludables por medio de los registros, poder demostrar cómo se aplica el dinero y en cuáles actividades se gasta más.
En la administración de un negocio, siempre es útil elaborar presupuestos que ayuden a visualizar en periodos de tiempo la planificación que analiza el proceso productivo y financiero de un negocio. Esto es esencial para calcular los ingresos y las salidas de recursos económicos durante el desarrollo y venta de un producto o servicio, para explicarlo mejor, un presupuesto ayuda a establecer objetivos financieros a corto, mediano y largo plazo, pretendiendo conocer las próximas actividades a realizar para aumentar las ganancias mediante el manejo óptimo de recursos.
¿Por qué es importante la salud financiera?
Más allá de poder cumplir con las obligaciones financieras, la salud financiera es importante porque es un indicador clave del éxito empresarial a largo plazo de un negocio. Si una empresa no tiene una salud financiera estable, tendrá dificultades para pagar deudas, mantener a sus empleados y financiar su futuro crecimiento a través de la inversión.
Además, una empresa con una salud financiera debilitada puede tener dificultades para atraer inversores y obtener préstamos de las entidades financieras. Por lo tanto, es importante que las empresas tengan capacidad para administrar sus finanzas de manera efectiva y sostenible, con el establecimiento de una estrategia financiera que pueda asegurar el éxito a largo plazo.
¿Cuáles son los indicadores de una buena salud financiera?
Ya que hemos hablado de la importancia de la salud financiera, mencionaremos los principales indicadores para saber si tu empresa o negocio es saludable financieramente. Esto es importante para establecer un plan estratégico efectivo para mejorarla, así que entre estas señales se encuentran las siguientes:
- Un flujo de caja positivo
- Mantiene un equilibrio adecuado entre los ingresos y los gastos
- Una buena relación deuda-capital
- Buena rentabilidad y margen de beneficio
- Buena gestión de inventario y cuentas por cobrar
- Mantiene una buena relación con los proveedores y clientes
¿Cómo mantener la salud financiera?
Reforzar la salud financiera de un negocio no es una tarea sencilla y no se logra de un momento a otro. Para que una empresa pueda hacer frente a sus competidores y superar períodos de crisis, es importante seguir algunos pasos o hábitos que garanticen un mejor control financiero.
A continuación, se presentan algunos hábitos financieros que pueden ayudar a lograr una salud financiera sólida:
Realizar análisis financiero
Es esencial realizar un análisis financiero de la empresa para identificar áreas de fortaleza y debilidad, que puedan incidir en la salud financiera y así evitar problemas financieros. Para hacerlo se pueden emplear reportes de flujo de caja, estados financieros y para realizar un análisis de rentabilidad.
Establecer un presupuesto
Cómo se comentaba anteriormente, un presupuesto claro y detallado puede ayudar a la empresa a controlar sus gastos y asegurarse de que los ingresos sean suficientes para cubrir todas sus obligaciones financieras, laborales, comerciales, fiscales y tributarias. También es de gran ayuda como protección ante imprevistos económicos.
Gestionar los costos
Los costos son necesarios e inevitables para el desarrollo de cualquier actividad comercial; por lo tanto, es un elemento que influye en el establecimiento del precio de venta de un producto o servicio y la gestión financiera de toda la empresa.
Una gestión eficiente de costos garantiza mejores resultados, ya que permite establecer un margen de ganancia acorde con lo que se desea obtener y la necesidad del negocio para poder mantenerse. Establecer los precios de los productos o servicios de forma adecuada, reducirá riesgos de baja rentabilidad en las empresas.
Gestión de cuentas por pagar
La planificación es el factor de éxito en los sectores financieros, en este sentido, es esencial prestar atención a las condiciones de pago para que todas las obligaciones con proveedores se puedan pagar antes de la fecha de vencimiento, evitando que la empresa esté sujeta a multas y cobro de intereses. Además, cumplir con los plazos de pago que ofrecen los proveedores, facilitará mejores condiciones de compra para futuras negociaciones.
Gestión de cuentas por cobrar
En cuanto a las cuentas por cobrar, es fundamental establecer políticas de crédito, indicando fechas de cobro, pudiendo generar avisos o notificaciones que recuerden a los clientes las fechas de vencimiento de sus facturas, para asegurarse de que los clientes paguen a tiempo.
También es conveniente ofrecer incentivos, como descuentos por pago anticipado, para motivar a los clientes a pagar a tiempo. Existen herramientas de gestión de cuentas por cobrar que pueden ayudar a automatizar el proceso y hacer un seguimiento más efectivo de las cuentas por cobrar.
Controlar el flujo de efectivo
Es importante controlar el flujo de caja de la empresa para asegurarse de que haya suficiente efectivo disponible para pagar las facturas y mantener la operación del negocio, como los pagos de nómina, servicios, impuestos, entre otros. Cuando se hace correctamente, el flujo de caja muestra todas las entradas y salidas de la empresa registrados diariamente, lo que permite una estimación real de las finanzas.
Controlar el inventario
Como bien sabemos, el inventario es un dinero inactivo, que si se gestiona adecuadamente puede proporcionar buenos ingresos en un momento determinado. Conocer y manejar indicadores como la rotación de inventarios es esencial para saber cuál es el tiempo estimado que la mercancía permanece en el almacén.
Otro factor que debe ser establecido es la cantidad de stock mínimo y máximo, ya que todas estas métricas son parte del control de inventario. Cuando están bien preparadas, garantizan una rotación de insumos y bienes, lo que contribuye a la salud financiera de las empresas. Emplear un software que automatice los procesos ahorra mucho dinero, y permite un control más preciso del inventario.
Automatizar procesos
Hoy en día, es necesario contar con un buen software administrativo, que permita el registro de procesos como facturación, compras, control de inventario, entre otros. Existen softwares que no requieren de una instalación local, como es el caso de Onexfy, que cuenta con tecnología en la nube, donde se puede registrar información de forma organizada y consultar reportes que permiten el análisis oportuno para tomar decisiones financieras que ayuden a mejorar y mantener la salud financiera.
Además, la tecnología tiene un impacto directo en la planificación, integrando a todos los sectores en un mismo sistema. Es decir, la comunicación se vuelve ágil, objetiva y transparente, lo que favorece el cumplimiento de plazos fiscales y eficiencia en la gestión administrativa, ayudando a los empleados a tener una visión sistémica y ser capaces de actuar antes de que se produzcan ciertos errores corrigiéndolos a tiempo.
Realizar auditorías
Una empresa saludable financieramente requiere auditorías constantes, ya que realizan una evaluación profunda que garantiza la fidelidad de los registros y los procesos.
Las auditorías también son importantes porque son útiles para llevar un control de la situación financiera y ayudan a evitar desviaciones o errores en la gestión.
Optimizar el tiempo
Manteniendo las finanzas en orden y teniendo la información en tiempo real, no solo optimizas las actividades, sino también el flujo financiero y los procesos administrativos internos, contribuyendo a que la empresa se mantenga en marcha.
Diversificar los ingresos
La diversificación de los ingresos puede ayudar a reducir el riesgo financiero y aumentar la estabilidad financiera de la empresa.
Manejar los impuestos
Los impuestos son obligaciones tributarias que se deben cumplir en fechas específicas ante la entidad correspondiente, por lo cual hay que asegurarse de reservar suficientes fondos para hacer el pago de impuestos mucho antes de la fecha límite, y así evitar multas y sanciones que pudieran afectar negativamente la salud financiera de la empresa.
Planificar para el futuro
Es importante tener una estrategia clara y planificar un futuro financiero que permita asegurar el éxito a largo plazo del negocio. Esto puede incluir la inversión en nuevas tecnologías, la expansión a nuevos mercados o la diversificación de productos y servicios.
Ahora ya sabes cómo la salud financiera es vital para garantizar la continuidad de las actividades comerciales, y alcanzar el éxito a largo plazo, ya que permite a la empresa mantenerse solvente, crecer y expandirse de manera sostenible.